Raro es que la palabra se haga carne
Raro es que la palabra se haga carne;
Por infrecuente, su deleite causa temblor;
Y, tal vez, no se narre por rubor.
Pero no temo equivocarme;
Al afirmar que todos han disfrutado su sabor;
Y el placer subrepticio de este manjar;
Cada uno según su paladar.
La palabra vive, respira;
Permanece ajena a la destrucción;
Invariable como la ligazón;
Que configura el Espíritu (Santo).
Solo con Su descenso y humana defunción;
Podría fallecer esta unión.
Suponiendo que exista comparación;
Entre lo divino y esta lengua de consentimiento y armonía;
Esta amada Poesía.
Leon Hunter
Raro es que la palabra se haga carne;
Por infrecuente, su deleite causa temblor;
Y, tal vez, no se narre por rubor.
Pero no temo equivocarme;
Al afirmar que todos han disfrutado su sabor;
Y el placer subrepticio de este manjar;
Cada uno según su paladar.
La palabra vive, respira;
Permanece ajena a la destrucción;
Invariable como la ligazón;
Que configura el Espíritu (Santo).
Solo con Su descenso y humana defunción;
Podría fallecer esta unión.
Suponiendo que exista comparación;
Entre lo divino y esta lengua de consentimiento y armonía;
Esta amada Poesía.
Leon Hunter
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