UNA PALABRA HECHA CARNE RARA VEZ
Una palabra hecha carne rara vez
y acaso temblando se comparte,
quizá tampoco se declara,
pero, si no ando errada,
cada uno de nosotros ha probado
con éxtasis furtivo
ese bocado en cuestión
según nuestro coraje.
Una palabra que respira única
no tiene el poder de morir
coherente como el Alma.
Podría expirar si Él,
«que se hizo carne y vivió entre nosotros»,
fuera condescendencia,
como este acuerdo del Lenguaje,
esta amada Filología.
Comentarios
Publicar un comentario